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Los cinco principios para una vida ecológica

  1. Proteje las plantas de la Tierra; la Tierra es el hogar de la vida.
  2. No desperdicies agua; es la fuente de la vida.
  3. No desperdicies combustible o electricidad; son la energía de la vida.
  4. Mantén el aire limpio; es el espacio de la vida.
  5. Convive con la naturaleza; es el Cuerpo del Buda.

1. Proteje las plantas de la Tierra; la Tierra es el hogar de la vida.

Como ejemplo de nuestras actividades para proteger el medio ambiente está nuestra campaña "Protege el ecosistema local". En algunas aldeas agrícolas coexisten zonas boscosas y arboladas junto a campos de arroz. Es una muestra de "satoyama", región donde se sustentan los ciclos ecológicos normales en armonía con los cultivos. En los ecosistemas de las aldeas agrícolas, los bosques de árboles de hoja caduca constituyen un recurso precioso y esencial, tanto para la vida humana como para la supervivencia de plantas y animales. Nuestra iniciativa consiste en presionar a los gobiernos locales de diversas regiones y recaudar fondos para la compra de tierras y promover actividades medioambientales, con el objetivo de proteger el ecosistema local ante la oleada del desarrollo.

¿Qué podemos hacer como seguidores del Soto Zen para proteger los recursos naturales de la Tierra? Primero, visitar nuestro templo local o santuario y contemplar los árboles y medio ambiente de los alrededores. En algunos lugares habrá bosques frondosos, mientras que en otros sólo encontraremos estructuras de hormigón. Pensemos seriamente en lo que podemos hacer para proteger los bosques en caso de que los haya, y en cómo plantar nuevos árboles en caso de que no.

El grupo "Organización Vida y Cultura Ecológica" entrevistó a estudiantes de enseñanza secundaria sobre sus ideas sobre los bosques. Algunas de las respuestas más habituales fueron: "Nos dan protección", "actúan como presa natural para recoger agua de lluvia", "las montañas y los bosques nos ofrecen regalos" y "nos enseñan la dificultad, importancia y placer de la labranza".

Debemos desarrollar el hábito de sensibilizarnos con la Tierra, los árboles y el agua, para preservar la naturaleza que nos rodea. Si dejamos que las cosas sigan su curso en una sociedad donde avanza el calentamiento global, perderemos los árboles. Sin duda, los pensamientos de los estudiantes de enseñanza secundaria resonarán entre nosotros. Como afirma el primer principio, la Tierra es el hogar de la vida.

2. No desperdicies agua; es la fuente de la vida.

La asociación Soto de mujeres está comprometida en las actividades del denominado "Plan Verde". Por ejemplo, la delegación de Kanto repartió pegatinas con una lista de cosas útiles aplicables en el hogar para ahorrar agua, redes para el fregadero, cepillos de cerdas acrílicas confeccionados por miembros de la orden y otros artículos a los transeúntes en grandes estaciones, con el propósito de concienciarles sobre la importancia de ciertos aspectos medioambientales. Las mujeres del "Plan Verde" continuan confeccionando cepillos diariamente y los reparten entre la población local.

Algunas maneras de ahorrar agua son:

Existen múltiples ideas para conservar el agua limpia en nuestras actividades diarias. De hecho, muchas de ellas no son algo nuevo, sino que forman parte de ese modo de vivir tradicional conocido como "sabiduría de nuestros mayores". El Plan Verde da mucha importancia a la sabiduría de los ancianos. Tenemos mucho que aprender de ellos acerca de cómo vivir con bienestar al tiempo que se ahorra energía.

En cierta ocasión, Dogen Zenji tomó agua de la corriente de un río y dijo: "Que este agua otorgue la bendición a 100.000 millones de seres después de mí", y devolvió la mitad del agua del cazo a la corriente. Así de preciada era el agua para él. Tengamos el hábito de mantener el agua limpia y no desperdiciarla.

3. No desperdicies combustible o electricidad; son la energía de la vida.

Como parte de nuestras actividades del Plan Verde, la Escuela Soto Zen realiza visitas a sus templos y a los hogares de todos sus seguidores con el propósito de reducir en un 1% los recursos energéticos utilizados. Puedes poner en práctica algunas medidas muy simples en tu entorno inmediato, que incluso te permitirán ahorrar unos 50.000 yenes al año en servicios públicos por unidad familiar.

Si estas medidas se realizasen en los 1,7 millones de hogares de los seguidores Soto Zen, resultaría en un ahorro de unos 60.000 kilolitros de crudo de petróleo (o el equivalente del consumo anual de aproximadamente 7.500 hogares). Contemplado desde otra perspectiva, estos datos revelan el alto nivel de desperdicio que produce nuestra sociedad desarrollada.

El Shushogi, recopilación de las principales enseñanzas Soto Zen, describe así el devoto acto de la generosidad: "No seáis mezquinos en vuestras ofrendas". Esta enseñanza es aplicable a las actividades de conservación descritas anteriormente, dando como resultado la plantación de semillas de felicidad para las generaciones futuras.

4. Mantén el aire limpio; es el espacio de la vida.

La Federación Cooperativa de Consumidores de Japón lleva a cabo algunas actividades dignas de elogio. Sus miembros utilizan bolsas caseras para comprar en el supermercado y así evitan el uso de las bolsas de plástico ofrecidas en la caja registradora. Como resultado, en 1996 se redujeron en unos 250 millones las bolsas de supermercado. Esto es el equivalente a 1.075,77 toneladas de carbono no liberados a la atmósfera.

Con el esfuerzo de todos, es posible conseguir resultados igualmente sorprendentes. En la Escuela Soto Zen, tanto los templos como los miembros laicos colaboran para reducir la contaminación un 1%. Les animamos a que lleven un control medioambiental para comprobar los resultados. Por ejemplo:

Con este tipo de controles, además del chequeo de resultados, se promueve el hábito fundamental de un modo de vida centrado en el ahorro de energía. El Soto Zen cuenta con 1,7 millones de hogares entre sus seguidores y el Plan Verde hace un llamamiento para la participación de todos sus miembros. Es un intento por cambiar nuestras vidas y el mundo que nos rodea.

Keizan Zenji enseñó que "la mente ordinaria es la Vía". Esta enseñanza nos revela que el camino del Buda consiste en descubrir la verdad en nuestra vida cotidiana y en ponerla en práctica. La atmósfera tiene la función de preservar el delicado equilibrio de la vida natural, pero la humanidad se halla al límite de alterar este equilibrio. La única manera de proteger el medio ambiente es aplicar esta enseñanza en nuestra vida cotidiana.

5. Convive con la naturaleza; es el Cuerpo del Buda.

Dogen Zenji amaba las montañas y la naturaleza. Vivía en armonía con la naturaleza. Dijo:
"Si cuido de las montañas, ellas cuidarán de mí".

También proclamó:
"El color de las montañas y el sonido de las corrientes de los valles son la Voz y el Cuerpo del Buda Shakyamuni".

Él enseñaba que todos los aspectos de la naturaleza son el Cuerpo del Buda.
Keizan Zenji también enseñaba que la naturaleza es el Buda. Dijo:
"Has de ver al Buda Shakyamuni en la naturaleza y en los seres vivos. Aunque montañas, ríos y demás cosas de la naturaleza adopten formas distintas, todas ellas son el Cuerpo del Buda Shakyamuni".

Él también nos advirtió de que no debía dañarse ni una sola rama de árbol o planta, a menos que fuese utilizada en alguna ceremonia, y prohibió expresamente la tala innecesaria de árboles. Keizan Zenji convivió en armonía con la naturaleza y se esforzó por vivir únicamente con los recursos esenciales con el propósito de preservarlos.

Aprender de la palabra y obra de estos dos fundadores del Soto Zen significa aceptar a la naturaleza misma como la encarnación del Buda Shakyamuni, implica respetarla, apreciarla, aprender de ella y vivir en armonía con ella.

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