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El Hoji, misa budista, se refería en su origen a las enseñanzas del Buda, y a la familiarización con el corazón del Buda. Sin embargo, más tarde pasó a referirse en general a un ritual o ceremonia budista, o a una misa conmemorativa por los difuntos.
En una misa conmemorativa, el seshu (jefe de los asistentes) obtiene méritos a través de acciones de virtud, como es ofrendar comida, bebida y flores al Buda, o recitando sutras. Luego transfiere este mérito a sus familiares difuntos y antepasados, en una oración por que todos los seres, incluyendo él mismo, encuentren el "Camino Budista".
Como seshu, es importante entender el significado y proceder correcto de la misa para que pueda ser conducido fervientemente.
La misa conmemorativa debe ser celebrada en el aniversario del día de la muerte o en la víspera. Sin embargo, si esos días no son convenientes, se deberá elegir una fecha anterior al aniversario del día de la muerte.
Cuando se haya decidido la fecha para la misa, el seshu deberá contactar inmediatamente con el templo al que pertenece. El templo podría tener otras misas programadas, así que es aconsejable confirmar la fecha con el templo al menos con un mes de antelación.
Si es posible, las misas conmemorativas deberían ser celebradas de forma independiente para cada persona fallecida. Sin embargo, los aniversarios de la muerte de varias personas, como el séptimo aniversario de un miembro familiar y el decimotercero de otro, pueden concurrir en el mismo año.
En tal caso, es aconsejable celebrar una misa conjunta en el aniversario del día del fallecimiento más reciente. En el caso anterior, por ejemplo, el servicio del decimotercer aniversario se celebraría el día de la misa del séptimo aniversario.
Sin embargo, si es posible, la misa del aniversario del primer año posterior al fallecimiento debería ser celebrada independientemente, pues es probable que la familia íntima esté pasando por un dolor considerable por su pérdida. Teniendo esto en cuenta, es aconsejable no celebrar misas conjuntas hasta la misa del tercer aniversario.
Cuando la misa conmemorativa se realiza sólo entre familiares cercanos al fallecido, las invitaciones se pueden hacer por teléfono. Sin embargo, cuando se invita a otros que eran cercanos a la persona fallecida, la manera preferible es enviar una invitación escrita. No hay una forma fija para esta invitación, pero las que figuran a continuación son un ejemplo:
Es aconsejable incluir direcciones para acceder al lugar, e información acerca de si son adecuadas o no las ofrendas de lápida (sotoba).
El atuendo preferible para el seshu es el semi-informal. A los participantes también se les solicita que lleven ropa adecuada para la ocasión, y todos deben portar cuentas de oración.
Cuando la misa se celebra en un hogar privado, el altar budista debe ser adornado de forma adecuada previamente. Una vez que se ha hecho los preparativos, el seshu anuncia el nombre del fallecido y el comienzo de la misa. Tras ello, los asistentes esperan la entrada del sacerdote con las manos unidas en oración. Mientras el sacerdote de oficio se sienta ante el altar, los participantes deben seguirle, y juntar las manos cuando él lo haga. A los participantes también se les requiere escuchar en silencio mientras el sacerdote canta.
Cada aspecto de la misa tiene un significado especial: El canto expone las enseñanzas del Buda, la fragancia del incienso purifica a los participantes, y el humo ascendente del incienso se dice que envía nuestros pensamientos y oraciones a los fallecidos. Además de purificarnos a nosotros mismos y rezar por el bienestar de los fallecidos, es importante que uno vea la misa conmemorativa como una oportunidad de ponerse en contacto con el corazón del Buda y sus enseñanzas.
Cuando el sacerdote anuncia el momento de ofrendar incienso, el quemador de incienso puede ser circulado, o situado en el altar, yendo cada persona adelante para quemar el incienso. Después del canto y sermón final del sacerdote, la misa concluye oficialmente.
El seshu debe anunciar el final de la misa y decir unas palabras de agradecimiento a los participantes por su contribución a la misa y al difunto.
Como el procedimiento de la misa puede variar de acuerdo a las costumbres locales, debemos comprobar previamente estos detalles con nuestro templo.
En funerales y misas conmemorativas en Japón, es costumbre hacer ofrendas de dinero en un sobre especial. Hay algunas expresiones que se usan habitualmente en este sobre. A continuación se listan algunas expresiones de uso común.